También llamados respiraderos o tuferas, este tipo de chimeneas son una clara pista de que cerca hay, o hubo en un tiempo pasado, un calado o bodega. Su labor es indispensable ya que servían como sistema de ventilación y eliminación del “Tufo" que se producía en los procesos de fermentación durante la elaboración de los vinos. Podemos encontrar esta tufera en el Barrio Bodegas de Camprovín.

¿QUÉ ES EL TUFO?

El Tufo es el gas carbónico emanado durante la fermentación de la uva. Este gas en grandes concentraciones resultaba altamente tóxico y podía producir la muerte de quienes se encontraban en el calado durante la elaboración de sus vinos. También se le denominaba “la muerte dulce” ya que la ausencia de oxígeno provocaba un estado de adormecimiento que acaba en asfixia.

La función principal de estas chimeneas era la de ventilación del calado, ya que resultaba complicado eliminar el tufo. Esto se debe a que este gas carbónico pesa más que el aire y se acumulaba en el fondo de dichos calados.

Esta chimenea está en el recuerdo de los mayores del pueblo desde su niñez. Los niños y niñas la llamaban “la teta” cuando iban a jugar al Barrio de las Bodegas.

El Tufo podía ser muy peligroso para quienes entraban en los calados por lo que se desarrollaron diferentes sistemas de seguridad que permitieran detectar el CO2.

Uno de los métodos consistía en entrar con una vela encendida, si ésta se apagaba era indicador de que había que salir, rápidamente, al exterior porque había ausencia de oxígeno.

Otro método utilizado era tener un pajarillo en una jaula en la entrada de la bodega, si éste aparecía muerto, era una clara señal de que el tufo invadía el calado y no era viable su entrada.